En el sector de la piedra natural (mármoles, granitos y compactos de cuarzo), corte, tallado y acabado de la piedra se ha detectado un incremento de casos de silicosis por inhalación de polvo con alto contenido de sílice cristalina (cuarzo) entre los trabajadores que mecanizan las tablas de compactos de cuarzo para encimeras de cocinas y baños fundamentalmente, así como entre los montadores que efectúan trabajos de ajuste en obra.
Los compactos de cuarzo aparecen en el mercado en los años 90 como alternativa a las piedras naturales. El Cuarzo compacto es un material atractivo y novedoso, adaptado a las últimas tendencias de decoración, en especial para cocinas y baños; que admite un gran gama de colores y con gran resistencia y dureza, aunque el calor le altera. Utilizado en sus inicios para la fabricación de encimeras, su uso se ha extendido a los revestimientos de paredes y suelos. Las ventajas que ofrece, le han convertido en un material muy demandado para la decoración del hogar, aunque su coste supone una limitación. En el último año parece que se está produciendo una disminución de la demanda en el sector, volviendo a productos tradicionales.
Los compactos de cuarzo están constituidos por una mezcla de cuarzo (aproximadamente el 95 % en peso), resina de poliéster, colorantes y aditivos y se presentan en el mercado en tablas de distintos espesores, según procedencia y marca.
En las operaciones de mecanizado de las tablas para la fabricación de las encimeras, revestimientos y pavimentos, y en los trabajos del montaje de estos, que suelen requerir cortes y retoques, se desprende polvo con alto contenido en cuarzo respirable, si no se utilizan medidas adecuadas de control.
En España se está desarrollando una intensa campaña por parte de las administraciones para corregir las exposiciones de riesgo en las empresas afectadas, desde que en 2007 se detectó el problema en varias comunidades.
Una información procedente de la Comunidad Valenciana, alertó sobre el incremento observado de casos de silicosis entre trabajadores que mecanizan las tablas de compactos de cuarzo para fabricar encimeras de cocinas y baños, así como entre los montadores que efectúan trabajos de ajuste en obra. El documento refiere 12 casos diagnosticados desde 2003, uno de los cuales falleció por insuficiencia respiratoria en 2007, pertenecientes a 6 empresas.
Se trata de personas con edades comprendidas entra 26 y 63 años, 10 de ellos con menos de 50 años en el momento del diagnostico, que desempeñaban tareas de acabado en el centro de trabajo o de montaje en obra, cuyas exposiciones a sílice cristalina (cuarzo) no superaban en ningún caso los 7 años, siendo menores de 5 años para 6 de ellos.
Hay que recordar que estos son periodos inusualmente cortos para el desarrollo de una silicosis, lo que apunta a la existencia de concentraciones ambientales muy elevadas.
También en otras comunidades aparecieron situaciones similares.
La sílice todavía no está incluída en la tabla 2 del documento de Límites de exposición profesional para agentes químicos en España, donde aparecen los agentes carcinogénicos o mutagénicos, tampoco se incluye el cáncer de pulmón como enfermedad profesional asociada a la sílice cristalina en el Real decreto 1299/2006 donde se recogen el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social. La IARC considera la sílice amorfa como cancerígeno tipo 3 desde 1997 y la sílice cristalina como tipo 1 por lo que hay pruebas suficientes en humanos para la carcinogenicidad de la sílice cristalina inhalada en forma de cuarzo o cristobalita de fuentes ocupacionales