El ISSGA está desarrollando un estudio epidemiológico entre más de un millar de mariscadoras que terminará la finales de este mes. En concreto, ya se llevaron a cabo 957 reconocimientos médicos específicos entre este sector con el fin de detectar las causas de enfermedades relacionadas con el trabajo de este colectivo y, de esta manera, poder asesorarles en medidas idóneas de prevención. Esta iniciativa se está desarrollando al amparo de un convenio firmado con la Consellería del Mar y la Federación Gallega de Cofradías.
La directora del ISSGA Adela Quinzá-Torroja, avanzó los primeros resultados de un estudio epidemiológico que terminará a finales de este mes
En el estudio están a participando un total de 32 cofradías gallegas, la mayor parte, de las provincias de Pontevedra y A Coruña. Los reconocimientos médicos llegarán, en concreto, a 1.077 mariscadoras, de las que 552 (un 51% del total) trabajan en la provincia de Pontevedra, 476 (un 44%) en la Coruña y 49 (un 5%) en la de Lugo. En el estudio, además, están tomando parte otros colectivos, como rederas, perceberos y trabajadores de marisqueo por inmersión, aunque en menor proporción.
Quinzá-Torroja explicó la importancia de llevar a cabo estos estudios epidemiológicos entre sectores laborales específicos con el objetivo de que las enfermedades profesionales afloren para “abordarlas de una manera idónea tanto desde el campo de la prevención de riesgos laborales como desde el ámbito de las prestaciones, ya que por contingencias profesionales son más ventajosas”. En este sentido, apuntó que existen riesgos que originan enfermedades que pasan por comunes cuando deberían ser profesionales. “Se habían estado bien cualificadas, esto permitiría mejorar los métodos de trabajo o tiempos de exposición de cada colectivo”, indicó.
Con respceto, a los reconocimientos que en estos momentos se están desarrollando entre las mariscadoras, destacó el alto índice de participación conseguido. La muestra poblacional seleccionada fue de 1.077 personas, fundamentalmente pertenecientes a la actividad de marisqueo a pie, lo que supone el 29,19% de la población trabajadora que se dedica a este sector. En estudios realizados con anterioridad, se alcanzó tan sólo el 10 por ciento de la participación de este colectivo.
Los riesgos más comunes detectados son los relacionados con posturas ergonómicas y la carga física asociada al trabajo, concretamente, los derivados de la adopción de posturas forzadas, la realización de movimientos repetitivos, la manipulación, empuje y arrastre de cargas y la exposición a agentes físicos derivados de condiciones laborales adversas, como la humedad, exposición solar o temperaturas extremas.
De esta manera, habida cuenta estos factores, el protocolo de vigilancia de la salud para llevar a cabo los reconocimientos médicos se diseñó a medida para este sector, habida cuenta las especificidades de las mariscadoras a pie, los perceberos y las rederas.
Se elaboró una historia clínico laboral individual, una exploración física específica con especial atención al sistema músculo-esquelético, pruebas complementarias y la elaboración de un informe médico confidencial para cada participante, realizado por un especialista en medicina de trabajo con conclusiones y recomendaciones.
El estudio que está haciendo el ISSGA se realiza en colaboración con el servicio de prevención mancomunado Mar Seguro, que organizó el traslado de información previo a las mariscadoras. La iniciativa que está a desarrollar el Instituto Gallego de Seguridad y Salud Laboral forma parte del Plan Estratégico de Prevención de Riesgos Laborales 2011-2014, en el que se hace una especial referencia al sector pesquero, y, en concreto, a las actividades donde la presencia de la mujer es mayor. Este plan fue uno de los primeros acuerdos firmados en el seno del diálogo social, en consenso con la patronal y sindicatos.
La directora del ISSGA Adela Quinzá-Torroja, avanzó los primeros resultados de un estudio epidemiológico que terminará a finales de este mes
En el estudio están a participando un total de 32 cofradías gallegas, la mayor parte, de las provincias de Pontevedra y A Coruña. Los reconocimientos médicos llegarán, en concreto, a 1.077 mariscadoras, de las que 552 (un 51% del total) trabajan en la provincia de Pontevedra, 476 (un 44%) en la Coruña y 49 (un 5%) en la de Lugo. En el estudio, además, están tomando parte otros colectivos, como rederas, perceberos y trabajadores de marisqueo por inmersión, aunque en menor proporción.
Quinzá-Torroja explicó la importancia de llevar a cabo estos estudios epidemiológicos entre sectores laborales específicos con el objetivo de que las enfermedades profesionales afloren para “abordarlas de una manera idónea tanto desde el campo de la prevención de riesgos laborales como desde el ámbito de las prestaciones, ya que por contingencias profesionales son más ventajosas”. En este sentido, apuntó que existen riesgos que originan enfermedades que pasan por comunes cuando deberían ser profesionales. “Se habían estado bien cualificadas, esto permitiría mejorar los métodos de trabajo o tiempos de exposición de cada colectivo”, indicó.
Con respceto, a los reconocimientos que en estos momentos se están desarrollando entre las mariscadoras, destacó el alto índice de participación conseguido. La muestra poblacional seleccionada fue de 1.077 personas, fundamentalmente pertenecientes a la actividad de marisqueo a pie, lo que supone el 29,19% de la población trabajadora que se dedica a este sector. En estudios realizados con anterioridad, se alcanzó tan sólo el 10 por ciento de la participación de este colectivo.
Los riesgos más comunes detectados son los relacionados con posturas ergonómicas y la carga física asociada al trabajo, concretamente, los derivados de la adopción de posturas forzadas, la realización de movimientos repetitivos, la manipulación, empuje y arrastre de cargas y la exposición a agentes físicos derivados de condiciones laborales adversas, como la humedad, exposición solar o temperaturas extremas.
De esta manera, habida cuenta estos factores, el protocolo de vigilancia de la salud para llevar a cabo los reconocimientos médicos se diseñó a medida para este sector, habida cuenta las especificidades de las mariscadoras a pie, los perceberos y las rederas.
Se elaboró una historia clínico laboral individual, una exploración física específica con especial atención al sistema músculo-esquelético, pruebas complementarias y la elaboración de un informe médico confidencial para cada participante, realizado por un especialista en medicina de trabajo con conclusiones y recomendaciones.
El estudio que está haciendo el ISSGA se realiza en colaboración con el servicio de prevención mancomunado Mar Seguro, que organizó el traslado de información previo a las mariscadoras. La iniciativa que está a desarrollar el Instituto Gallego de Seguridad y Salud Laboral forma parte del Plan Estratégico de Prevención de Riesgos Laborales 2011-2014, en el que se hace una especial referencia al sector pesquero, y, en concreto, a las actividades donde la presencia de la mujer es mayor. Este plan fue uno de los primeros acuerdos firmados en el seno del diálogo social, en consenso con la patronal y sindicatos.