Un importador de vehículos chinos en Australia, Ateco Automotive, empezó el miércoles a retirar del mercado 23.000 coches de bajo precio a causa de la presencia de amianto en el motor, en medio de las críticas de los sindicatos sobre cómo pudieron entrar en el país.
El importador pidió a todos los concesionarios Chery y Great Wall que dejen de vender los vehículos sospechosos mientras que la comisión australiana de la competencia (ACCC) supervisaba de cerca la operación.
El amianto fue detectado por los agentes de aduanas australianos, indicó la ACCC. El amianto fue detectado en las juntas de estanquidad de los motores y en los sistemas de escape.
"El amianto es una sustancia peligrosa prohibida, y el trabajo con estos motores y sistemas de escape sólo tendría que ser llevado a cabo por personal cualificado, con procedimientos de seguridad adecuados", indicó Delia Rickard, vicepresidente de la ACCC.
"La ACCC supervisará la retirada de estos vehículos y los responsables de salud y seguridad en el trabajo supervisarán los problemas de seguridad en los lugares de trabajo", añadió.
El sindicato australiano de operarios (AMWU) consideró por su parte inadmisible que los vehículos hayan podido entrar en Australia, donde la utilización del amianto está prohibida desde 2004.
"El amianto mata, es algo tan simple como eso. No tendría que haber ni en las casas, ni en los materiales de construcción ni en los coches", dijo en un comunicado Paul Bastian, el secretario general del sindicato.
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El importador pidió a todos los concesionarios Chery y Great Wall que dejen de vender los vehículos sospechosos mientras que la comisión australiana de la competencia (ACCC) supervisaba de cerca la operación.
El amianto fue detectado por los agentes de aduanas australianos, indicó la ACCC. El amianto fue detectado en las juntas de estanquidad de los motores y en los sistemas de escape.
"El amianto es una sustancia peligrosa prohibida, y el trabajo con estos motores y sistemas de escape sólo tendría que ser llevado a cabo por personal cualificado, con procedimientos de seguridad adecuados", indicó Delia Rickard, vicepresidente de la ACCC.
"La ACCC supervisará la retirada de estos vehículos y los responsables de salud y seguridad en el trabajo supervisarán los problemas de seguridad en los lugares de trabajo", añadió.
El sindicato australiano de operarios (AMWU) consideró por su parte inadmisible que los vehículos hayan podido entrar en Australia, donde la utilización del amianto está prohibida desde 2004.
"El amianto mata, es algo tan simple como eso. No tendría que haber ni en las casas, ni en los materiales de construcción ni en los coches", dijo en un comunicado Paul Bastian, el secretario general del sindicato.
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